Jimenez Martín

domingo, 8 de marzo de 2009

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IGNACIO JIMENEZ MARTÍN



Piloto abulense (Ávila, 1898-Madrid, 1959) que fue teniente de aviación de las fuerzas Regulares de Marruecos y Francisco Iglesias Brague (El Ferrol, 1900 - Madrid, 1973) Los dos pilotos a bordo del monomotor Jesús del Gran Poder, un CASA-Breguet GR 19 Bidón realizaron dos grandes hazañas, que pasaron a la historia de la aviación española, los vuelos sin escalas Sevilla-Mesopotamia, realizado en 1928, y el Sevilla-Bahía, efectuado un año más tarde.

Hacía pocos años del famoso primer vuelo de los hermanos Wright, y ya la aviación experimentaba grandes avances técnicos. Estos, junto a un inherente espíritu aventurero de estos primeros pilotos, muchos de ellos constructores y probadores de sus propios aparatos, escribieron para las páginas de la historia una época de grandes gestas aeronáuticas de las que España, no estuvo ajena. Acontecimientos como la pacificación de los territorios del actual Marruecos, en los que el uso extensivo del entonces Servicio de Aviación, brindaron pilotos muy experimentados que una vez concluida la contienda se empeñaron en programar vuelos que colocaran las alas españolas como referente mundial.

Sirvan como ejemplo:

Año 1926: Vuelo del “Plus Ultra” a Argentina

Vuelo de la “Patrulla Elcano” a Filipinas

Vuelo de la “Patrulla Atlántica” al Golfo de Guinea.

Año 1927: Vuelo de Lindberg Nueva York-Paris sin escalas.

En 1928 los aviadores Capitanes Ignacio Jiménez Martín y Francisco Iglesias Brague se pusieron de acuerdo para recabar de la autoridad el permiso para efectuar un vuelo que batiese el récord de distancia que estaba entonces en 6.290 Km.

Para tal empresa eligieron el Breguet XIX, moderno biplano que por aquella época fabricaba bajo licencia Construcciones Aeronáuticas, S.A. (C.A.S.A.), en su factoría de Getafe, para la Aviación Militar. Concretamente el modelo el “Gran Raid” que había desarrollado la casa diseñadora pero que CASA no había fabricado nunca, ya que para el empeño, se necesitaba un radio de acción mínimo de 7.000 Km., lo que se traducía en la necesidad de poder trasportar la nada desdeñable cantidad de 4.100 litros de carburante, calculados en base al consumo de los motores de por aquel entonces.

La autoridad dio el permiso correspondiente y CASA se puso a fabricar los números de servicio 71 y 72 que serian Breguet XIX TR Bidón (números de CASA 41 y 42). El 71 resulto dañado en un accidente. El 72 seria el “Jesús del Gran Poder”. Los Breguet XIX de serie estaban dotados de los motores Elizalde-Lorraine A4-12Eb de 450 CV, pero a los 71 y 72 se les doto del Hispano Suiza 12 lb. de 600 CV.

El proyecto original consistía en un vuelo hacia Cuba, pero el Jefe de la Aeronáutica Militar, Coronel Kindelan, les denegó el permiso considerando que era un riesgo añadido el tener en el itinerario tanto tiempo de vuelo sobre el mar, donde las posibilidades de supervivencia y rescate, caso de ocurrir un accidente eran remotas, aunque el vuelo sobre el Atlántico Sur es mas "tranquilo" por decirlo de alguna manera que sobre el Atlántico norte, donde los fenómenos meteorológicos adversos son mas comunes.. En consecuencia recibieron la orden de los planes para un vuelo hacia el este. Hicieron los cálculos y desde Tablada debían llegar a Karachi (Pakistán) para batir el récord.

Esta idea en nada gustó a la tripulación, cuestión lógica si consideramos los lazos que nos unían y todavía nos unen con América del Sur, llegando incluso a plantearse el hecho de desobedecer las ordenes superiores poniendo rumbo Oeste tras el despegue. Un caso de desobediencia, parecido se vivió con el vuelo del Plus Ultra, cuando incluso se llegó a cambiar la matrícula del avión designado.

El objetivo de este vuelo era establecer un lazo de unión entre España y Filipinas y batir el record mundial de la distancia, que habían obtenido el 4 de Junio de 1927 los pilotos franceses Chamberlin y Levine en el cruce del Atlántico Norte desde Nueva York hasta Eisleben (Alemania), situándolo en 6294 km. Sin embargo no se pudo superar dicho record ya que debido una fuerte tormenta de arena se vieron obligados a aterrizar en Naziriyah(Irak), habiendo recorrido 5100km en 28 horas de vuelo, con una velocidad media de 180km/h.

Una vez que volvieron a España se puso en marcha un nuevo proyecto para intentar superar el nuevo record de larga distancia que los pilotos italianos Ferrarín y del Prete habían situado en 7188km, el 5 de Julio de 1928, volando con un Savoia-Merchetti SM-64, entre Roma y punta Genipabu, cerca de Natal (Brasil). La ruta planificada fue la línea ortodrómica entre Sevilla y Rió de Janeiro que bordeaba en las primeras etapas del vuelo la costa de África pasando por Cabo Verde para desde allí afrontar el cruce de atlántico.

No llevaron a bordo ni el equipo de radio, transmisor y receptor, ni el gonio, para así reducir todo lo posible el peso de la aeronave, por lo que la navegación fue a estima y astronómica. La ruta que siguieron una vez atravesado el Atlántico comprendía escalas en: Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Salvador, Guatemala, México y Cuba

El avión que había sido decorado con motivos alegóricos de Andalucía por Juan Lafita, Martínez de León y otros pintores partió el 24 de Marzo de 1929 a las 17 horas y 35 minutos de Tablada (Sevilla). Pero esta vez debido a los fuertes vientos contrarios y a la poca intensidad de los vientos alíseos, así como a las fuertes tormentas encontradas en vuelo, tuvieron que aterrizar en el campo de vuelo de Cassamary, situado a unos 50 km de Bahía (Brasil), por agotamiento de gasolina, el día 26 de Marzo de 1929, a la 1 y 25 minutos de la madrugada, después de haber recorrido 6550 km.

A pesar de no haber conseguido superar el record de la distancia, consiguieron la segunda marca absoluta de duración de un vuelo, y la primera de duración de un vuelo de un avión terrestre sobre el mar. Además desde Cassamary iniciaron un gira pasando por Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Arica, Lima, Patia (Ecuador), Colón (Panamá), Managua, Guatemala y La Habana, donde llegaron el 17 de Mayo de 1929 habiendo recorrido un total de 22000 km durante 121 horas de vuelo, y siendo el primer avión español en sobrevolar los Andes en sentido Buenos Aires - Santiago de Chile.

El 7 de Junio de ese mismo año llegaron a España a bordo del crucero Almirante Cervera desembarcando en las costas de Cádiz, desde donde se trasladaron a Tablada para al día siguiente despegar hacia el campo de vuelos de Getafe (Madrid).

Respecto al vuelo a Cuba, lo harían cuatro años después Barberán y Collar en el “Cuatro Vientos” con fatal desenlace.

De tan singular gesta, a parte del relato histórico nos queda como mudo testigo, el aparato con el que se realizó la gesta, el Breguet XIX "Jesus del Gran Poder", que se encuentra en el museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos, Madrid)